AMPARO FERNANDEZ

MUCHACHA DE OJOS TRISTES

Inmensa en sus pensamientos.
Inocuos, insípidos,
llenos de tragedia y realismo.

Plasma su imagen a los pies de la arena:
la sombra que se refleja
oscura y negra.

Capaz de abandonar
ahoga en el mar
sus lagrimas caen,
humedecen su piel.

Desvanecen, desvanecen
ya no cree.

Mirando sin rumbo
quiere gritar, quiere escapar.
Se siente divagar.

Se agacha
agarra la arena,
la echa al mar.

La arena desaparece
en aquella laguna del mar.

Y con un suave respirar
vuelve a caminar.

Le espera en casa
su cruda realidad
amarga, sabor amargo
atraganta, se traga
vuelve a soñar.

Besando y abrazada.
Olvida lo demás.

A escondidas cada día
vuelve a recordar
caminando, dirigiéndose
a su pequeño espacio de libertad.

1 comentario:

Vicent Llémena i Jambet dijo...

Me dijo una vez un amigo llamado Antonio Lafuente, el hombre más inteligente que he conocido nunca, que siempre hemos de tener un pequeño espacio para nosotros, donde seamos los amos de nuestra libertad y nuestra consciencia y conciencia.
La verdad es que a los esclavos lo que se les roba no es el dinero, o las posesiones, que también, sino ese espacio de libertad y tenencia.

Un abrazo

Vicent.