AMPARO FERNANDEZ

EL VACIO DE LA FALTA O DEL DESEO

Lo injusto del otro
no es ni más,
la perdida
que buscas.
no encuentras
que lo haces tangible
al calco de uno mismo.
Y cuando lo destapas
lo despegas.
Ocasiona en ti un discurso del otro.
Que es parte tuya.
Que rechazas
que subrayas.
Desvalorizándote
y trayéndote a ti una angustia,
la misma angustia
que mutila a pedazos tu yo interior.
Buscando lo mismo.
Anhelando.
Y rechazando lo diferente,
lo nuevo.
Entonces oyes y comprendes.
Que el calco que te formas,
no es el otro.
Sino un deseo
que tu no ves en el otro.
Y sufres, te parece injusto
Y sufres, te parece injusto.
Pero al mismo tiempo.
Te lanzas al abismo.
Y caes, caes
te golpeas una y otra vez.
Repetitivamente.
De diferente forma
te levantas o empiezas a volar.
Mutilada
encauzando un camino,
a donde a un no lo sé
te gusta o no te gusta.
Aunque siga pareciéndote injusto
la puesta del otro.
Tu falta, ¡no! mi falta.
O mi deseo.

1 comentario:

Eduardo dijo...

Lo injusto es no tener aquello que es indispensable para vivir con dignidad, o en un extremo aquello que es esencial y necesario para poder subsistir y permanecer en un derecho que heredas al nacer y que es el más fundamental, la vida. De esta manera lo injusto es aquello “esencial” para mantener la vida y que nos es quitado o no nos es dado. Pero no es injusto aquello que forma parte de la vida propia, o de lo propio que es vivir. Esto es doloroso pero no injusto y es en cambio como ley de vida. Mantenernos vivos es mantener el dolor pero no como una injusticia sino como parte de un deseo. La injusticia es un concepto… el deseo es en cambio la vida misma porque vivir es sentir y en el sentir habita el amor y el dolor, y es porque hay amor que cuando “falta” nos sentimos dolidos en su búsqueda constante , porque no sabemos vivir sin él y esto es lo hermoso del dolor. El dolor es el “goce” de estar vivos y saber que amamos como principal fin.