Amparo fernandez noviembre 2011

EL RECUERDO DE LA MONTAÑA

Navego sin rumbo, sin proyecto, ni deseo.
Y solo el resorte de su imagen recordada
me hace tener deseo.
Es un gigante de amapolas o un gigante de blanca cola.
Tiene tesoros escondidos
y reluce cuando el sol le da brillo.
Es difícil de bajada y jadeante en su subida.
aunque cuando tocas su cuerpo
se prende tu dulzura.
Tiene caminos duros,
Pero es una salida
a algo diferente
te llena de vida.
Te aleja de la ciudad
que te curva
te asfixia, no te ayuda.
Quieres recorrer su cuerpo y gritarle al oído
pero cuando estas frente a ello de ese poco rato, no te olvido.
Navego sin rumbo, sin proyecto, ni deseo
y solo ese pequeño recuerdo
me hace tener deseo.

1 comentario:

Vicent Llémena i Jambet dijo...

Perfecto, mira le he dedicado un poema a una amiga y como veo que tú has entrado en su mismo camino te lo dedico a ti también, es el último de mi bloc, para que veáis las dos que donde haya un hombre hay una mujer y viceversa con todos sus deseos, goces y amores.

Un fuerte abrazo

Vicent