Una buena salud mental ha de quitar el estigma del nombre de la enfermedad, no quiero decir con esto que se de un paso atrás en los diagnósticos, sino pensar que todos tenemos un grado de personalidad que corresponden en un grado patológico a las cuatro grandes enfermedades mentales, depresión, maníacodepresiva, esquizofrenia y paranoia, lo que hemos de hacer es vivir con nuestro dolor de existir, y lógicamente mirar cada caso en particular y no sentirnos más seguros poniéndonos en un lugar, es decir, no debemos ponernos la etiqueta de tal o cual de estas cuatro o sus miles de variantes, somos personas con dolor de existir
como todo el mundo, esto no quiere decir tampoco que en los casos en que la angustia se haya cronificado, que son muchos de los casos diagnosticados, que hayan de dejar el tratamiento farmacológico, pero no hemos de abusar y llegar a él a las primeras de cambio, sino después de un hacerse responsable del paciente y el médico, y sobre todo, para quien tenga la suerte o dinero para pagárselas, probar análisis y terapias en que el paciente no sea un simple número ni un caso sino que nos abran los ojos al deseo y a la vida como camino iniciático que siempre y en todos los casos es.
2 comentarios:
Una buena salud mental ha de quitar el estigma del nombre de la enfermedad, no quiero decir con esto que se de un paso atrás en los diagnósticos, sino pensar que todos tenemos un grado de personalidad que corresponden en un grado patológico a las cuatro grandes enfermedades mentales, depresión, maníacodepresiva, esquizofrenia y paranoia, lo que hemos de hacer es vivir con nuestro dolor de existir, y lógicamente mirar cada caso en particular y no sentirnos más seguros poniéndonos en un lugar, es decir, no debemos ponernos la etiqueta de tal o cual de estas cuatro o sus miles de variantes, somos personas con dolor de existir
como todo el mundo, esto no quiere decir tampoco que en los casos en que la angustia se haya cronificado, que son muchos de los casos diagnosticados, que hayan de dejar el tratamiento farmacológico, pero no hemos de abusar y llegar a él a las primeras de cambio, sino después de un hacerse responsable del paciente y el médico, y sobre todo, para quien tenga la suerte o dinero para pagárselas, probar análisis y terapias en que el paciente no sea un simple número ni un caso sino que nos abran los ojos al deseo y a la vida como camino iniciático que siempre y en todos los casos es.
Publicar un comentario