Sueños
El hombre se despertó. Se sentía raro por no haber soñado
por primera vez en millares de años...
Bebía su vaso de agua como cada mañana, ya que cuando
tenía 17 años leyó un libro que rezaba beber un vaso de agua
nada más despertarse para recordar los sueños. Era un
libro amarillento, de tapa gorda y pesada, tanto como sus
años.
Su abuelo Luis le regaló susodicho libro en su quince
cumpleaños, pero Tomás, al verlo tan viejo y deplorable,
apenas le prestó atención. Sólo leyó algo así como " Guíate
por tus sueños". El muchacho dejó aquel libro en un cajón del
armario, entre las bufandas.
Tomás cumplió 17 años en diciembre. Su madre le regaló
una bonita bufanda de cuadros escoceses. Él odiaba las
bufandas, pero su madre, cada aniversario, religiosamente le
regalaba una preciosa bufanda.
Cuando guardaba la bufanda escocesa en el cajón olvidado
de su armario se encontró con el libro de su abuelo. El yayo
Luis había muerto ese otoño. Tomás lo recordaba con
nostalgia. Siempre le llevaba a jugar a fútbol al campo de
tierra de su pueblo. Desde que empezó a dar patadas al
balón, el yayo estuvo ahí. Mientras Papá, camionero, recorría
las carreteras europeas y Amparo devoraba, absorta, novelas
de Corin Tellado.
Tomás abrazó el libro contra su pecho, y empezó a llorar.
NOTA: Si queréis leer poesías, relatos breves, pequeños
cuentos, ensayos sobre variados temas. Entonces b
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