Creo a veces que contigo mi vida empequeñece
ya no estas como antes, como una vez te tuve
será que en la costumbre el amor se desvanece
mudándole a los días ese cielo en que yo anduve
dejando en nuestra noche otro amor que palidece.
Pienso a veces que a tu lado me falta la presencia
tan sólo soy tu sombra, tu voz y tu cordura
si estoy solo en tu vida aquejado de mi ausencia
si dejo que el silencio se quede sin ternura
me pierdo en un vacío, me quedo sin esencia.
Yo se también que nada perdura por completo
el deseo es engañoso y confunde al pensamiento
que sólo lo vivido en el amor y en lo sincero
aplaca otras pasiones y macera el sentimiento
pues vale más tenerte sin cielo idealizado
porque es mejor quererte que pedirte lo soñado.
A veces me pregunto si yo no te tuviera
de quien seria la sombra que a tu lado amaneciera
tu sombra quiero ser con ternura por bandera
más sombra que a tu vera con amor correspondieras
sin leyes que nos aten porque soy sombra ligera
queriendo a mi locura yo te doy mi vida entera.
AMPARO FERNANDEZ
LA ENSEÑANZA (TERCERA PARTE)
Un día cuando apenas quería hablar, cuando alguien me enseño a volar, cuando fui abriéndome a los demás, cuando las palabras tenían un lugar. Tú estabas ahí. Vosotros/as estabais ahí. Entonces volví a vivir, estaba muerta que no existí.
Un día cuando os conocí, te conocí, mi vida dio giro de 180 grados, y mira ¡estoy aquí!
Aquel día todo cambió mis palabras, mi lucha, la amistad tenían un valor.
Fui aprendiendo, y sigo aprendiendo del esfuerzo de los demás, de sus palabras, de su amistad.
De sus enseñanzas, de su atención. De su forma de demostrarme su amor.
Maestro: _quiero que sepas, que aún me falta mucho que aprender, que mis amigos están ahí ya lo sé. Pero sé que debo intentar no resolver siempre todo de los demás, ellos están pero yo caminare al camino que no sé, habrá obstáculos, e intentaré salir, de ellos por mi propio pie, así si no están, si tú no estás, yo habré aprendido que lo he podido lograr. Cuando puede que ese alguien no esté. SOMBRAS, OSCURIDAD, DÍAS Y UN LUGAR, TORMENTA:
Real, deformidad, engendra lo sensual, las palabras, el amor a ellas, el amor y la voluntad.
La lucha, la amistad.
Posdata: el sendero lleva por muchos caminos, duros, y difíciles en cada prueba, pero si la paloma vuela. Si la paloma anida, no deja de vivir, y si no avanza deja de existir.
La sabiduría del siguiente es saber existir en esta vida, que no viví, por inmensa en mi irrealidad, hice un calco a lo que quería agarrar, a lo que en esta, no es igual, pero que cuando el gigante de la negatividad abarca y va vaciando lo real, corto el hilo y despierto, porque quiero vivir, seguir viviendo existiendo, sufrir, morir, y volver a nacer.
LA ENSEÑANZA (LA VIDA, MI VIDA)
Posdata II: MI CAMINO EMPIEZA AHORA.
Un día cuando apenas quería hablar, cuando alguien me enseño a volar, cuando fui abriéndome a los demás, cuando las palabras tenían un lugar. Tú estabas ahí. Vosotros/as estabais ahí. Entonces volví a vivir, estaba muerta que no existí.
Un día cuando os conocí, te conocí, mi vida dio giro de 180 grados, y mira ¡estoy aquí!
Aquel día todo cambió mis palabras, mi lucha, la amistad tenían un valor.
Fui aprendiendo, y sigo aprendiendo del esfuerzo de los demás, de sus palabras, de su amistad.
De sus enseñanzas, de su atención. De su forma de demostrarme su amor.
Maestro: _quiero que sepas, que aún me falta mucho que aprender, que mis amigos están ahí ya lo sé. Pero sé que debo intentar no resolver siempre todo de los demás, ellos están pero yo caminare al camino que no sé, habrá obstáculos, e intentaré salir, de ellos por mi propio pie, así si no están, si tú no estás, yo habré aprendido que lo he podido lograr. Cuando puede que ese alguien no esté. SOMBRAS, OSCURIDAD, DÍAS Y UN LUGAR, TORMENTA:
Real, deformidad, engendra lo sensual, las palabras, el amor a ellas, el amor y la voluntad.
La lucha, la amistad.
Posdata: el sendero lleva por muchos caminos, duros, y difíciles en cada prueba, pero si la paloma vuela. Si la paloma anida, no deja de vivir, y si no avanza deja de existir.
La sabiduría del siguiente es saber existir en esta vida, que no viví, por inmensa en mi irrealidad, hice un calco a lo que quería agarrar, a lo que en esta, no es igual, pero que cuando el gigante de la negatividad abarca y va vaciando lo real, corto el hilo y despierto, porque quiero vivir, seguir viviendo existiendo, sufrir, morir, y volver a nacer.
LA ENSEÑANZA (LA VIDA, MI VIDA)
Posdata II: MI CAMINO EMPIEZA AHORA.
AMPARO FERNANDEZ
EL MAR Y LA ARENA
Mar de ojos tristes.
Espera a la arena.
Cuando cerca parece
ella se aleja.
La abraza con garbo
y humedecida se queda.
A los pies de su abrazo
reblandece sus pasos.
Ella le regala piedras,
conchas, algas y pedazos.
El le baila un son
ardiente.
De peces buceando.
A veces se enfada
llora, escupe ahogando
a quién se interponga
y esté a su lado.
Entonces ella se acerca,
a su lado.
Ahogándose en sus brazos
y naciendo en otro sitio
los hijos de su llanto.
Mar de ojos tristes.
Espera a la arena.
Cuando cerca parece
ella se aleja.
La abraza con garbo
y humedecida se queda.
A los pies de su abrazo
reblandece sus pasos.
Ella le regala piedras,
conchas, algas y pedazos.
El le baila un son
ardiente.
De peces buceando.
A veces se enfada
llora, escupe ahogando
a quién se interponga
y esté a su lado.
Entonces ella se acerca,
a su lado.
Ahogándose en sus brazos
y naciendo en otro sitio
los hijos de su llanto.
AMPARO FERNANDEZ
DISFRAZ
A veces la agonía
disfrazada de mentira.
Esconde la tristeza
que parecía perdida.
Aparece de nuevo
el goce tambaleando lo vivido
queriendo escapar
muere lo existido.
Quieres no vivir
para que todo desaparezca
huyendo, atrapando ese goce.
Revuelves, masticando,
tragando la angustia
volviendo a repetir.
Una, y otra
lo mismo que aprendiste
o creías aprender a rehuir.
La agonía siempre presente.
Quiero que no este,
pero aparece
y se vuelve a quedar
marginándome
de los instantes y momentos
que intento y efímeros
quiero guardar.
Entonces, respiro
suelto lo escondido.
Destapo la tristeza
aguanto e intento sonreír.
Alejando y viviendo ese sufrir.
Cojo mi maleta
meto palabras repletas
que gritan desde lo profundo
expulsando, espantando cada minuto
quedando solo uno.
A veces la agonía
disfrazada de mentira.
Esconde la tristeza
que parecía perdida.
Aparece de nuevo
el goce tambaleando lo vivido
queriendo escapar
muere lo existido.
Quieres no vivir
para que todo desaparezca
huyendo, atrapando ese goce.
Revuelves, masticando,
tragando la angustia
volviendo a repetir.
Una, y otra
lo mismo que aprendiste
o creías aprender a rehuir.
La agonía siempre presente.
Quiero que no este,
pero aparece
y se vuelve a quedar
marginándome
de los instantes y momentos
que intento y efímeros
quiero guardar.
Entonces, respiro
suelto lo escondido.
Destapo la tristeza
aguanto e intento sonreír.
Alejando y viviendo ese sufrir.
Cojo mi maleta
meto palabras repletas
que gritan desde lo profundo
expulsando, espantando cada minuto
quedando solo uno.
AMPARO FERNANDEZ
JADEANTE LA ANGUSTIA
Jadeante la angustia
cuando quiere aparecer.
Fase a fase
volviendo a empezar otra vez.
Placentero se disfraza
en lágrimas de papel,
y esquivas su punzante
metal
en tu piel.
He aquí su no placer.
Aunque en boca del otro
sobrepase lo que no es.
Aunque creas que alivia
volver a nacer.
Destrozas el cuerpo
engendrando el cordón fino
que sana tu ser.
Ese cordón que une la vida
con la muerte
que el otro corta.
El otro siempre es.
y de una palmada
lloras, lloras
o callas
y te formas tu placer
me falta el aire….
respiro otra vez.
Jadeante la angustia
cuando quiere aparecer.
Fase a fase
volviendo a empezar otra vez.
Placentero se disfraza
en lágrimas de papel,
y esquivas su punzante
metal
en tu piel.
He aquí su no placer.
Aunque en boca del otro
sobrepase lo que no es.
Aunque creas que alivia
volver a nacer.
Destrozas el cuerpo
engendrando el cordón fino
que sana tu ser.
Ese cordón que une la vida
con la muerte
que el otro corta.
El otro siempre es.
y de una palmada
lloras, lloras
o callas
y te formas tu placer
me falta el aire….
respiro otra vez.
AMPARO FERNANDEZ
AL OTRO LADO II
A otro lado
alguien te escucha
te da todo su amor.
Al otro lado
una mirada pensativa
escucha una canción.
Al otro lado
unas páginas en blanco
perfilan cada renglón.
Al otro lado
unas caricias
amamantan tu interior.
Al otro lado
comienzas hacia la cima
apenas sin respiración.
Al otro lado
cuando llegas
la que más quieres
el que más quieres
tiene tu corazón.
Al otro lado
una palabra
mueve, sientes regocijo
que te invita a bailar un son.
Al otro lado
una amistad
puede ser infinita o un dolor.
O una espera larga
o corta
aquí estoy.
A otro lado
alguien te escucha
te da todo su amor.
Al otro lado
una mirada pensativa
escucha una canción.
Al otro lado
unas páginas en blanco
perfilan cada renglón.
Al otro lado
unas caricias
amamantan tu interior.
Al otro lado
comienzas hacia la cima
apenas sin respiración.
Al otro lado
cuando llegas
la que más quieres
el que más quieres
tiene tu corazón.
Al otro lado
una palabra
mueve, sientes regocijo
que te invita a bailar un son.
Al otro lado
una amistad
puede ser infinita o un dolor.
O una espera larga
o corta
aquí estoy.
AMPARO FERNANDEZ
OTRO SILENCIO
El silencio es un baile donde
no es de nadie,
el cráter lo hace indescifrable.
Se apodera del comienzo
y a veces parece interminable.
Callado te muestra
y a veces cuando habla te impacta.
Te deja seca
bebiendo de la nada
atragantas el hueco de la nada.
y escupes las palabras
haciendo mella
en tu garganta.
Haciendo de ti una princesa
o caballero.
Donde alzas la espada
del intelecto, del sentimiento
¿Bailas?
El silencio es un baile donde
no es de nadie,
el cráter lo hace indescifrable.
Se apodera del comienzo
y a veces parece interminable.
Callado te muestra
y a veces cuando habla te impacta.
Te deja seca
bebiendo de la nada
atragantas el hueco de la nada.
y escupes las palabras
haciendo mella
en tu garganta.
Haciendo de ti una princesa
o caballero.
Donde alzas la espada
del intelecto, del sentimiento
¿Bailas?
Pequeño Consuelo - Eduardo Gutierrez
No me asusta esta locura con soledad escanciada
ni la idea estrafalaria con quien juega mi cordura
es muy frágil la prudencia en un mundo de demencia
tan coherente es la alegría de la euforia desatada
que la loca carcajada de la vida sin conciencia.
Le pregunto a la cordura porque riñe con su hermana
la locura me responde que se siente maltratada
que esta sola y olvidada, en la pena desterrada
y la triste pena entonces también hace su demanda
la alegría no la quiere porque esta desvalorada
Tan querida es la tristeza de saber lo que me falta
que me estrello yo en su noche con el alma deshojada
pues florecen con la pena las preguntas de mi alma
las ideas que enamoran mi dolor con la esperanza
las que llenan el delirio de un amor que a mí me ensancha
Quiero tanto a esta locura que a la realidad espanta
que me siento como ausente y me miro en la distancia
allí juego con su aurora y su luna me acompaña
como un niño entre las olas me sumerjo en su mañana
y en la noche de silencios con negrura desolada
me acompañan los fantasmas ya sin miedo a su mirada
No me importa estar carente de la lógica de moda
no me sirven los modelos que la sociedad implanta
pues son moldes de escayola con el hueco sin sustancia
yo no quiero ir por la vida con la cara disfrazada
con un traje a la medida, soy persona antes que nada
ni la idea estrafalaria con quien juega mi cordura
es muy frágil la prudencia en un mundo de demencia
tan coherente es la alegría de la euforia desatada
que la loca carcajada de la vida sin conciencia.
Le pregunto a la cordura porque riñe con su hermana
la locura me responde que se siente maltratada
que esta sola y olvidada, en la pena desterrada
y la triste pena entonces también hace su demanda
la alegría no la quiere porque esta desvalorada
Tan querida es la tristeza de saber lo que me falta
que me estrello yo en su noche con el alma deshojada
pues florecen con la pena las preguntas de mi alma
las ideas que enamoran mi dolor con la esperanza
las que llenan el delirio de un amor que a mí me ensancha
Quiero tanto a esta locura que a la realidad espanta
que me siento como ausente y me miro en la distancia
allí juego con su aurora y su luna me acompaña
como un niño entre las olas me sumerjo en su mañana
y en la noche de silencios con negrura desolada
me acompañan los fantasmas ya sin miedo a su mirada
No me importa estar carente de la lógica de moda
no me sirven los modelos que la sociedad implanta
pues son moldes de escayola con el hueco sin sustancia
yo no quiero ir por la vida con la cara disfrazada
con un traje a la medida, soy persona antes que nada
AMPARO FERNANDEZ
MONTAÑAS
Montaña lejana
y agigantada
no puedo verte
ni hoy ni mañana
pero si te viera
en algún día de estos
te subiría
caminando
por tus espaldas
¡oh! montaña de ojos verdes
y marrones
ojos que son tus lomos
con colores
quiero verte
y subirte
quiero sentirte
como te siento
me gustas mucho
eres esperanza
y alegría
de ti florecen campos
que miran
¡ay! que tristeza no verte
y no estar presente
montaña, montañas
muchas y a veces nada
que dirían
los montañeros
si yo decidiera ir
porque te quiero
no sé lo que dirían
pero de mi nacería
un bienestar
de haber encontrado
de haber podido ver
durante un rato
al gigante sin brazos
que no es ogro
que espanta
no me asustas
y me encantas
donde estas montaña
en esa lejanía
que no alcanza
mi mirada
viajaré hasta
esa parada
para llegar
sin equipaje
más bien con una mochila
y cámara
para recordarte
y volver
hasta
la próxima
montaña.
Montaña lejana
y agigantada
no puedo verte
ni hoy ni mañana
pero si te viera
en algún día de estos
te subiría
caminando
por tus espaldas
¡oh! montaña de ojos verdes
y marrones
ojos que son tus lomos
con colores
quiero verte
y subirte
quiero sentirte
como te siento
me gustas mucho
eres esperanza
y alegría
de ti florecen campos
que miran
¡ay! que tristeza no verte
y no estar presente
montaña, montañas
muchas y a veces nada
que dirían
los montañeros
si yo decidiera ir
porque te quiero
no sé lo que dirían
pero de mi nacería
un bienestar
de haber encontrado
de haber podido ver
durante un rato
al gigante sin brazos
que no es ogro
que espanta
no me asustas
y me encantas
donde estas montaña
en esa lejanía
que no alcanza
mi mirada
viajaré hasta
esa parada
para llegar
sin equipaje
más bien con una mochila
y cámara
para recordarte
y volver
hasta
la próxima
montaña.
Los ojos sin rostro - La creacion de un fantasma. Eduardo Gutiérrez
Ello, yo y súper yo = Eduardo
Las primeras imágenes de esta película ya nos trasladan a una mirada subjetiva que nos coloca en un ámbito siniestro… La mirada recorre un paisaje nocturno en el que parece que nos adentramos entre árboles iluminados como por una luz fantasmagórica a un lugar espectral, de blancos y negros contrastados, de luces y sombras que se evitan como si no pudiesen reposar en la materia que habitan. Un paisaje alucinado como alucinados parecen ser los ojos de quien realmente está mirando y cuya mirada en ese inicio queda fuera de campo, sustituida por la nuestra que ocupa un lugar angustioso, poco más tarde sabremos que esa mirada ocupaba realmente un lugar angustiado. El de una Alida Vali con ojos que parecen no ser de este mundo y que habitan en su semblante como si este no fuese su lugar natural como también más tarde sabremos… Si el inicio es siniestro (la música acompaña esta sensación), la primera aparición del rostro que sostenía ésta mirada lo corrobora y además se subraya en unos planos donde no solo se nos muestra el rostro de quien miraba aquel paisaje de pesadilla sino de alguien mas que ya no mira (porque su mirada fue robada) y permanece inerte en el asiento de atrás del coche. Un muerto. Un ser muerto disfrazado con capa y sombrero de cuya cabeza vendada cuelgan unas gafas ocultando su rostro y cuyos cristales parecen ser el único reflejo de la vida. En este plano nos encontramos de golpe con dos miradas desconcertantes, una mirada que en su intensidad y frialdad parece mostrar algo más allá de lo vivo y otra que esta eclipsada por unos cristales que reflejan la apariencia de la vida pero que ocultan la muerte. En unos instantes observamos como ese cuerpo muerto que finalmente se descubre como el de una joven es arrastrado y arrojado a un rio, también lleno de reflejos y brillos que oscilan entre luces y sombras, entre la vida y la muerte, que absorbe ese cuerpo engulléndolo entre sus aguas cristalinas, un espejo devorando una imagen. Y es que en esta película el reflejo parece tener un lugar importante… ni que decir tiene lo importante que es en ella lo reflejado, lo que aparece devuelto de la imagen… la apariencia fantasmal, el semblante y la ausencia de él. La invención de un semblante, la creación de un fantasma. La creación de un otro cuando se le da un semblante que no es el suyo porque es la propia mirada nuestra la que no aceptamos… Porque en “Les yeux sans visage” si hay algo que flota con apariencia fantasmal es la no aceptación de uno mismo, la no identificación de uno mismo en una doble vertiente. Por un lado la imposibilidad de identificación por la pérdida del semblante propio, y la imposibilidad de aceptación del semblante del otro por los sentimientos de culpa, los remordimientos y el odio también de cada uno (El propio semblante enmascarado en el otro). Ante tal falta de familiaridad con el propio rostro y la propia mirada todo en esta película se tiñe de lo siniestro… desde la apariencia de los arboles a los que se alude en varias ocasiones como reflejo de una naturaleza que ha perdido su forma tornándose antinatural y la aceptación de tal deformación (interesantes los planos de los reflejos de los árboles deformados sobre los coches y la frase que le dice Alida Vali a una de las victimas “Desde tu habitación tendrás al amanecer unas bonitas vistas sobre los arboles”… hasta los rostros de los tres protagonistas: El de Alida Vali porque es la reconstrucción de un rostro que ha dejado de ser propio, despersonalizado, un rostro androide que acata ordenes como un autómata, y como tal actúa casi sin conciencia; el de el Doctor (y padre de las criaturas que deforma)un rostro a quien los remordimientos y la culpa han llevado a la deformación personal, a la inaceptación de sí mismo y los que le rodean y a la perdida más absoluta de humanidad. Un monstruo creador de monstruos; y por último el rostro deformado de la hija, verdadero fantasma en vida ante la imposibilidad de identificación consigo misma y con los que le rodean al carecer de rostro propio y ser inaceptada y ocultada para todos los demás negándole una existencia propia, incluyendo su propio reflejo, habitando una casa donde los espejos no tienen cristales y no devuelven ninguna mirada. Personaje fantasmal que en un final verdaderamente poético se revelará para finalmente existir desde esa apariencia, con la destrucción de una falsa madre de rostro extranjero en todos los sentidos con quien la identificación es imposible y la destrucción del padre con todo lo que ello simboliza, pero quedando también ligada de esta forma a el fantasma de los otros y de sí misma. Un verdadero fantasma en vida. Sin identidad de ningún tipo, sin vínculos ni símbolos, sin amor pues el único que tenía asistió a su simulado funeral.
Interesantísima película que nos hace reflexionar sobre la construcción y deformación de identidades, Cuando la propia mirada llena de culpa, odio o remordimiento encuentra su lugar en el rostro ajeno y nos deforma gravemente por dentro y nos lleva a enmascarar esos semblantes que revelan aquello que no aceptamos en nosotros mismos tratando de darle al otro una apariencia que o bien oculte su mirada o bien la trasforme llevándonos a nuestra propia destrucción y a la destrucción del otro convirtiéndolo en un ser fantasmal. Convirtiéndonos en seres enmascarados y esclavizados por nuestros deseos más siniestros. Convirtiendo al otro en victima de nuestros peores deseos y pesadillas.
Acabo de leer un artículo en el periódico Le monde sobre “Los esclavos de Europa”, todas aquellas personas residentes ilegales a las que se explota y a las que se les priva de su identidad pues esta es secuestrada, secuestrados sus papeles y sus esperanzas, personas a las que se les sustituye el nombre por un numero, a las que se les priva de dignidad, a las que se les aparta de sus familiares, a las que se les priva de derechos, a las que se les roba su amor propio, a las que se extermina en condiciones infrahumanas… ¿Acaso no son fantasmas creados por esta sociedad capitalista voraz, acaso no somos todos un poco fantasmas en este espejo que la realidad nos muestra?... ¿Con qué ojos nos miramos… que rostro nos ponemos?.
Les yeux sans visage – George Franju 1960
Las primeras imágenes de esta película ya nos trasladan a una mirada subjetiva que nos coloca en un ámbito siniestro… La mirada recorre un paisaje nocturno en el que parece que nos adentramos entre árboles iluminados como por una luz fantasmagórica a un lugar espectral, de blancos y negros contrastados, de luces y sombras que se evitan como si no pudiesen reposar en la materia que habitan. Un paisaje alucinado como alucinados parecen ser los ojos de quien realmente está mirando y cuya mirada en ese inicio queda fuera de campo, sustituida por la nuestra que ocupa un lugar angustioso, poco más tarde sabremos que esa mirada ocupaba realmente un lugar angustiado. El de una Alida Vali con ojos que parecen no ser de este mundo y que habitan en su semblante como si este no fuese su lugar natural como también más tarde sabremos… Si el inicio es siniestro (la música acompaña esta sensación), la primera aparición del rostro que sostenía ésta mirada lo corrobora y además se subraya en unos planos donde no solo se nos muestra el rostro de quien miraba aquel paisaje de pesadilla sino de alguien mas que ya no mira (porque su mirada fue robada) y permanece inerte en el asiento de atrás del coche. Un muerto. Un ser muerto disfrazado con capa y sombrero de cuya cabeza vendada cuelgan unas gafas ocultando su rostro y cuyos cristales parecen ser el único reflejo de la vida. En este plano nos encontramos de golpe con dos miradas desconcertantes, una mirada que en su intensidad y frialdad parece mostrar algo más allá de lo vivo y otra que esta eclipsada por unos cristales que reflejan la apariencia de la vida pero que ocultan la muerte. En unos instantes observamos como ese cuerpo muerto que finalmente se descubre como el de una joven es arrastrado y arrojado a un rio, también lleno de reflejos y brillos que oscilan entre luces y sombras, entre la vida y la muerte, que absorbe ese cuerpo engulléndolo entre sus aguas cristalinas, un espejo devorando una imagen. Y es que en esta película el reflejo parece tener un lugar importante… ni que decir tiene lo importante que es en ella lo reflejado, lo que aparece devuelto de la imagen… la apariencia fantasmal, el semblante y la ausencia de él. La invención de un semblante, la creación de un fantasma. La creación de un otro cuando se le da un semblante que no es el suyo porque es la propia mirada nuestra la que no aceptamos… Porque en “Les yeux sans visage” si hay algo que flota con apariencia fantasmal es la no aceptación de uno mismo, la no identificación de uno mismo en una doble vertiente. Por un lado la imposibilidad de identificación por la pérdida del semblante propio, y la imposibilidad de aceptación del semblante del otro por los sentimientos de culpa, los remordimientos y el odio también de cada uno (El propio semblante enmascarado en el otro). Ante tal falta de familiaridad con el propio rostro y la propia mirada todo en esta película se tiñe de lo siniestro… desde la apariencia de los arboles a los que se alude en varias ocasiones como reflejo de una naturaleza que ha perdido su forma tornándose antinatural y la aceptación de tal deformación (interesantes los planos de los reflejos de los árboles deformados sobre los coches y la frase que le dice Alida Vali a una de las victimas “Desde tu habitación tendrás al amanecer unas bonitas vistas sobre los arboles”… hasta los rostros de los tres protagonistas: El de Alida Vali porque es la reconstrucción de un rostro que ha dejado de ser propio, despersonalizado, un rostro androide que acata ordenes como un autómata, y como tal actúa casi sin conciencia; el de el Doctor (y padre de las criaturas que deforma)un rostro a quien los remordimientos y la culpa han llevado a la deformación personal, a la inaceptación de sí mismo y los que le rodean y a la perdida más absoluta de humanidad. Un monstruo creador de monstruos; y por último el rostro deformado de la hija, verdadero fantasma en vida ante la imposibilidad de identificación consigo misma y con los que le rodean al carecer de rostro propio y ser inaceptada y ocultada para todos los demás negándole una existencia propia, incluyendo su propio reflejo, habitando una casa donde los espejos no tienen cristales y no devuelven ninguna mirada. Personaje fantasmal que en un final verdaderamente poético se revelará para finalmente existir desde esa apariencia, con la destrucción de una falsa madre de rostro extranjero en todos los sentidos con quien la identificación es imposible y la destrucción del padre con todo lo que ello simboliza, pero quedando también ligada de esta forma a el fantasma de los otros y de sí misma. Un verdadero fantasma en vida. Sin identidad de ningún tipo, sin vínculos ni símbolos, sin amor pues el único que tenía asistió a su simulado funeral.
Interesantísima película que nos hace reflexionar sobre la construcción y deformación de identidades, Cuando la propia mirada llena de culpa, odio o remordimiento encuentra su lugar en el rostro ajeno y nos deforma gravemente por dentro y nos lleva a enmascarar esos semblantes que revelan aquello que no aceptamos en nosotros mismos tratando de darle al otro una apariencia que o bien oculte su mirada o bien la trasforme llevándonos a nuestra propia destrucción y a la destrucción del otro convirtiéndolo en un ser fantasmal. Convirtiéndonos en seres enmascarados y esclavizados por nuestros deseos más siniestros. Convirtiendo al otro en victima de nuestros peores deseos y pesadillas.
Acabo de leer un artículo en el periódico Le monde sobre “Los esclavos de Europa”, todas aquellas personas residentes ilegales a las que se explota y a las que se les priva de su identidad pues esta es secuestrada, secuestrados sus papeles y sus esperanzas, personas a las que se les sustituye el nombre por un numero, a las que se les priva de dignidad, a las que se les aparta de sus familiares, a las que se les priva de derechos, a las que se les roba su amor propio, a las que se extermina en condiciones infrahumanas… ¿Acaso no son fantasmas creados por esta sociedad capitalista voraz, acaso no somos todos un poco fantasmas en este espejo que la realidad nos muestra?... ¿Con qué ojos nos miramos… que rostro nos ponemos?.
Les yeux sans visage – George Franju 1960
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