Comunicación- miedo al rechazo por Miguel Ángel Pérez enero 2012

Comunicación: EL miedo al rechazo. Por Miguel Angel Pérez Aznar

Aunque sea así, todos queremos tener más amigos o una pareja si estamos solteros, y para ello tenemos que vencer el miedo al rechazo, ese es el mayor obstáculo que tenemos que vencer, una vez vencido este obstáculo ya está recorrido oel 70% del camino.

¿Cómo se vence el miedo al rechazo? Comprendiendo que el rechazo es normal y viendo el ejemplo de los vendedores. Los buenos comerciales saben que de cada 100 visitas consiguen de 1 a 5 clientes dependiendo de lo bueno que sea el comercial. Un buen comercial tiene asumido que 95 personas le dirán no a sus productos y aún así sigue, no le importa, porque sabe que conseguirá 5 clientes por cada 100. No se lo toma como algo personal porque no es personal, es una cuestión de estadística y números y no un rechazo a nuestra persona. Además vamos más allá, si el vendedor hace una venta piensa que es un buen comercial, que es muy bueno en su trabajo, si en cambio no la hace, piensa que el cliente tiene un mal día.

Es por eso que tenemos que hacer lo mismo en nuestra vida social, actuar como comerciales, a nuestro alrededor hay mucha gente con posibilidades, demos el paso, tomemos una negativa como tiene un mal día, y tomemos un acercamiento victorioso por "porque yo lo valgo". Pensad en este artículo y mucho ánimo

1 comentario:

Vicent Llémena i Jambet dijo...

Tienes mucha razón Miguel Ángel, mira, hubo un amigo hace unos 25 años que fue a un psicólogo y me dijo que le dijo que hablara, en los autobuses, en la calle con personas a las que no conocía, que se soltara en charlas con amigos, familiares, etc.
Yo escuché esto y empecé a hablar, me equivocaba muchas veces y aún hoy lo hago, pero voy poco a poco venciendo el miedo al rechazo y soy capaz de hablar con mi cuerpo y en contra de todas las normas de la ética de este país o de Occidente he llegado hasta desnudarme a las 12 de la mañana en la playa de la Malvarrosa, eso sí, con Margarita y en invierno, pero ya es un logro, podían haberme multado, insultado, rechazado, etc. Pero ahí está mi historia, quizá me llamen loco, bueno, pero mientras no haya mala intención todo es posible aunque hay que poner límites lógicamente.
Dejarse llevar, hablar, ser valiente, ver que no es un lanzarse a la piscina sino que la piscina está pegada a la suela de nuestros zapatos, hemos de vivir, Vivir. Y sin miedo al rechazo, ni de la sociedad ni de una mujer, de nadie, pensar por ejemplo que como no me es lógico avergonzarme de mi cuerpo tengo personalmente, en el logos, todo mi derecho a desnudarme, pero esto ya es más problemático a pesar de que también es una buena terapia.