Sanguina tiene el placer, jouissance o gaudi, que llaman los psicoanalistas o goce como se llama en castellano, el goce de la sensualidad, un hombre que está disfrutando de un momento de placer, éste se vislumbra en toda su cara relajada, yo diría que es un momento también de amor, de relajación muscular y goce, quizá con amor y porqué no deseo.
En modelo del natural se ve la sensualidad de una chica a la que la competición ha entrado por la puerta grande, es quizá una artista del ballet o quizá está compitiendo con otra mujer por algún amor, pero es sensual a la vez que joven, cosas que normalmente van unidas, sus piernas son de una belleza casi fetichista, y su belleza en contra del amor fálico es fetichista, es del eterno femenino, pero maravillosa.
En carboncillo el hombre junta o mezcla la sensualidad con Palas Atenea, este dibujo es la Palas Atenea masculina, es un saber del amor, y este hombre sabe que se puede saber del amor y no amar, es lo más normal a pesar de que a todo se puede llegar, parece que esto precisamente es lo que está pensando en su placidez mezclada de dolor de existir.
Un fuerte abrazo y os espero mañana o ahora quedamos que os llame Margarita.
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Sanguina tiene el placer, jouissance o gaudi, que llaman los psicoanalistas o goce como se llama en castellano, el goce de la sensualidad, un hombre que está disfrutando de un momento de placer, éste se vislumbra en toda su cara relajada, yo diría que es un momento también de amor, de relajación muscular y goce, quizá con amor y porqué no deseo.
En modelo del natural se ve la sensualidad de una chica a la que la competición ha entrado por la puerta grande, es quizá una artista del ballet o quizá está compitiendo con otra mujer por algún amor, pero es sensual a la vez que joven, cosas que normalmente van unidas, sus piernas son de una belleza casi fetichista, y su belleza en contra del amor fálico es fetichista, es del eterno femenino, pero maravillosa.
En carboncillo el hombre junta o mezcla la sensualidad con Palas Atenea, este dibujo es la Palas Atenea masculina, es un saber del amor, y este hombre sabe que se puede saber del amor y no amar, es lo más normal a pesar de que a todo se puede llegar, parece que esto precisamente es lo que está pensando en su placidez mezclada de dolor de existir.
Un fuerte abrazo y os espero mañana o ahora quedamos que os llame Margarita.
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