CASTILLA VISTA POR MERCHE FRANCES

Toledo es la ciudad Imperial, por haber sido sede principal de la corte de Carlos V en los diferentes reinos hispánicos (Países Bajos, España, Sicilia, Alemania). También, es conocida como la de las tres religiones, por haber estado poblada por cristianos, árabes y judíos.

En pleno corazón de esta ciudad se alza la catedral de Santa María. Esta catedral de estilo gótico fue edificada sobre la anterior visigoda, y posteriormente transformada en mezquita durante la dominación musulmana. Después de la Reconquista se adaptó el monumento para dedicarlo al culto cristiano. Más tarde, en el siglo XIII el rey Fernando III decide erigir un gran templo, el cual conforma la actual catedral que fue terminada a finales del siglo XV. Esta catedral es difícil verla en su conjunto, ya que, está ubicada en el casco viejo, entre estrechas callejuelas.

En la fachada principal que está dividida en tres cuerpos verticales, se distinguen tres portadas: la Puerta del Perdón, la Puerta de Infierno y la Puerta del Juicio. Junto a esta última se halla la gran Torre gótica tiene también rasgos mudéjares, de 90 metros de altura, de planta cuadrada y cinco pisos que acaban en una cúpula octogonal. En la fachada sur, hay dos puertas: la Puerta Llana ( estilo clasicista) y la Puerta de los Leones (estilo gótico florido) en la que se ven seis leones sujetando escudos. Por la Puerta de Santa Catalina y la Puerta de la Presentación, se tiene acceso al claustro gótico. En el lado norte, se encuentra la Puerta del Reloj que data de finales del siglo XIII. Esta puerta se caracteriza por el excelente trabajo escultórico, en el tímpano, sobre escenas de la vida de Cristo: la Anunciación, la Natividad, la Adoración de los Reyes Magos, la Degollación de los Inocentes, la Huida a Egipto, la Circuncisión, Jesús entre los doctores, la Presentación de Jesús en el Templo, el Bautismo, y las Bodas de Caná. En la parte superior del tímpano se representa el Tránsito de la Virgen.

En Segovia podemos encontrar tres monumentos muy característicos, que son: el Acueducto, la Catedral y el Alcázar.

El Acueducto es una de las obras más importantes y mejor conservadas del arte romano en España, fue construido en tiempos de Augusto y todavía en buen estado de conservación y en uso. Su longitud es de 728 metros y está formado por 118 arcos de piedra, dispuestos en dos hileras superpuestas que alcanzan su máxima altura de 29 metros en la plaza del Azoguejo.

En la parte alta de la ciudad de Segovia se alza la catedral de Nuestra Señora de la Asunción y de San Frutos. Esta catedral de estilo gótico, por su elegante arquitectura, ha sido denominada con el nombre de Dama de las Catedrales Españolas. Fue construida entre los siglos XVI y XVIII, lo cual, implica que por las fechas, tenga rasgos renacentistas. Se da la circunstancia de su elegante color amarillo-caliza, de sus numerosos pináculos y de su esbelta torre de 100 metros de altura. Consta de tres naves, crucero con cúpula, cimborrio, ábside central con deambulatorio y capillas radiales y alta torre.

El Alcázar de Segovia se alza sobre una escarpada peña en la confluencia de los ríos Eresma y Clamores. Resulta difícil concretar la fecha de su construcción. El carácter regio de este monumento denominado “alcázar” aparece en un documento de Alfonso VII, el cual, era utilizado como su residencia.
Se cree que fue construído entre los siglos XII y XVI. Fue restaurado y ampliado en numerosas ocaciones. En la Edad Media Alfonso X el Sabio, incorporó las ventanas románicas de arco germinado con pinturas mudéjares; por la proximidad de las zonas de caza este monumento se convirtió en una de las residencias de los reyes de castilla, particularmente del ya mencionado Alfonso X el Sabio. El Alcázar fue utilizado en numerosas ocasiones y llegó a ser uno de los más suntuosos palacio-castillos en el siglo XV.
Felipe II se preocupó en especial acerca de la arquitectura. Cubrió de pizarra el tejado, remodeló la “Sala de los Reyes” y al patio de armas le imprimió un estilo escurialense.
Esta fortaleza fue utilizada como prisión de Estado para reclusos de postín. Hasta que en tiempos de Carlos III se decretó la instalación del real colegio de Artillería. Un siglo después, un descomunal incendio destruyó: armaduras de madera, artesonados, cubiertas, pinturas, etc. Las suntuosas techumbres de las salas nobles pudieron ser reconstruidas gracias a que existían grabados. Alrededor de 1900, el Alcázar vuelve a tener su aspecto anterior al mencionado incendio. En nuestros días existe un Patronato del Alcázar, que está presidido por el General Jefe de la Artillería de la Región, el cual, es el responsable del museo que se puede visitar en el interior de esta magnífica fortaleza.


El Palacio Real denominado “El Real Sitio de La Granja de San Ildefonso”, está situado a 11 kilómetros de Segovia capital y a una altitud de 1.191 metros. Es una de las obras más esplendorosas, grandiosas y expresivas del siglo XVIII español.
La importancia histórica y artística de La Granja comenzó con Felipe V, tras su segundo matrimonio con Isabel de Farnesio, los cuales tienen sendos sepulcros en la Colegiata de este Real Sitio.
Los reyes Borbones habitaban frecuentemente este Palacio Real generalmente en verano. La Rebelión de la Granja se produjo el 12-8-1836. Encontrándose allí, la reina regente María Cristina de Borbón, fue obligada a proclamar la Constitución de 1812, comúnmente denominada “La Pepa”.
Los jardines de modelo italiano son la parte más espectacular de este Real Sitio de La Granja de San Ildefonso. Así como, el valor artístico de sus fuentes monumentales y de sus múltiples esculturas de mitología pagana. Los bosques y jardines abarcan una extensión de 145 hectáreas y un perímetro de 5.970 metros, distribuidas en una zona ajardinada hay 26 fuentes monumentales, 40 grupos escultóricos, unos 50 grandes jarrones de estilo clásico, varias fuentes menores; todo ello entre parterres, avenidas de árboles y macizos de plantas y flores. Enumeraremos a continuación algunas de las más importantes: la “Gran Cascada” en cuya cima está la “Fuente de las Tres Cascadas”; sigue la de “la Selva”, la de “Pomona”, la serie vulgarmente conocida “La Carrera de Caballos” en la que aparece la más hermosa del parque “la de Neptuno”; la de “Los Baños de Diana” es arquitectónicamente hablando la más relevante, y la “de las Ranas” la última en construirse. Es el “Parterre de la Fama” la obra maestra de jardinería, por la bella distribución de los cuadros de flores y por los innumerables jarrones y estatuas que adornan este lugar de indescriptible belleza.











Ávila, capital de la provincia perteneciente a la Comunidad de Castilla-León. Situada sobre un escarpe rocoso, en el occidente del valle de Amblés junto al río Adaja, en el noroeste de la provincia, a 1.131 metros de altitud. “Ávila de los Caballeros” es uno de los tres títulos honoríficos de la ciudad, otro es “Ávila del Rey” y por último “Ávila de los leales”. Los tres están presentes en la bandera de la ciudad.


La Catedral del Salvador de Ávila comenzó a construirse al mismo tiempo que la muralla. Destaca por su emplazamiento y por la calidad y colorido de la piedra. La parte más antigua es el ábside del templo, que forma parte de la propia muralla y datan ambos de finales del siglo XI. Este ábside está integrado en el cimborrio, el cual, está compuesto por tres almenas. El interior de esta catedral presenta tres naves, con crucero y cabecera poligonal con girola, todo ello, de estilo románico. El crucero y la nave principal son del siglo XIV, de estilo gótico, es decir, altura de las bóvedas, amplitud de ventanales y rosetones decorados con vidrieras policromadas. La parte exterior tiene aspecto de fortaleza y destaca especialmente la portada principal por sus esculturas.

La Muralla de Ávila (siglo XI a XIV) es el monumento abulense más importante, siendo ésta un circuito castrense. Dicho circuito tiene un perímetro de 2.526 metros de lienzo almenado ininterrumpidamente; 87 torres de planta semicircular, 2.500 almenas, lienzos de tres metros de espesor y 9 puertas de veinte metros de altura. Su construcción comenzó a finales del siglo XI, fue restaurado en alguna ocasión y en la actualidad es el recinto de la Edad Media mejor conservado, y además, el que da su personalidad a la ciudad de Ávila.







1 comentario:

Vicent Llémena i Jambet dijo...

Gran artículo Merche, se nota que sabes de historia de España, hay que ver cuanta cantidad de monumentos históricos hay en nuestro país, somos después de Italia el país con más historia arquitectónica de Europa.