Objetos - Sociedad de consumo - fotografías de toni camarena "youani" abril de 2012
















Realizadas en Inglaterra en Enero de 2012, de cada original sale una transformación que nos lleva a otra realidad


Observando los comentarios de otros blogs, veo que se comenta que no hay que quejarse.
Vale no hay que quejarse. Porque tengo sanidad pública todavía, tengo educación pública todavía. Pero es que no me quejo sino que estoy indignado.
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España ya no es lo que era, ahora es una España pobre.


Los pobres que no tienen dinero mueren pues no pueden pagar sus operaciones en los hospitales. Los jóvenes se van fuera. Solo se benefician los ricos, mientras los pobres se quedan sin recursos, se ven obligados a dejar su casa, a vivir en la miseria, a no poder pagar su sanidad ni la educación para sus hijos, todo lo conseguido de nuestros padres se va a la mierda. Y aquí este colectivo se queda pasivo prefiere reunirse a tomar algo que no integrarse en la sociedad solo porque no es de lo nuestro. Que somos unos sumisos o que creemos que esto no nos afecta y si nos afecta, no debemos marginarnos y no ser solidario con la sociedad, no veis que si nos toca, esto parece un barco hundido está parado a la deriva y aquí no se pronuncia nadie, ¿Qué está pasando? que callamos y no nos ponemos en la piel del que queda manejado como si fuéramos marionetas que nos cortan y manipulan como si no valiéramos nada.


¿Qué pasa?  ¿Por qué no somos solidarios? ¿Por qué preferimos reunirnos y tomar copas? en vez de darnos cuenta que debemos integrarnos en la sociedad, aunque se piense que no nos toca.


SOMOS LOCOS O TONTOS


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Los hermanos Marx - Eduardo


                                                        SOPA DE GANSO



Ya desde “el regador regado” 1895, por muchos expertos designada como la primera película cómica de la historia del cine, es apreciable el importante papel que la agresión y la violencia física desempeñan en el mundo de la comedia.

Tratándose de este tema ni los más fervientes admiradores osaran negar que los seres más despiadados y crueles que existen en el cine son los Hermanos Marx, sumos sacerdotes de la destrucción y alegres profanadores de toda suerte de valores.

Y si nos referimos a la persistencia en la comedia del tema de la humillación física y moral tan recurrente en esta, es también forzoso hacer un inciso acerca de los Hermanos Marx . Porque en su caso ya no se trata de humillar y vencer a sus oponentes sino de un puro y simple proceso de demolición. Todo cuanto se halla al alcance de los Marx, sean personas o cosas, no tiene otra alternativa que verse completamente arrasado y volver al caos de los primeros días de la creación. Cada uno desarrollo técnicas de depredación diferentes, en especial Groucho y Harpo, pues aparentemente Chico prefería situarse en una postura que podríamos calificar como de perpetua disponibilidad hacia la agresión. Groucho, en su típico estado de irascibilidad permanente, hacía blanco de sus oponentes de injurias cada vez mas sangrientas, en particular a una dama de actitud severa, digna y matronal que atendía como señora Rittenhouse, señora Teasdale, señora Claypool, señora Upjohn o señora Dukesbury, todas ellas encarnadas con ejemplar entereza por Margaret Dumont, a la que debemos recordar como una de las mas grandes actrices de carácter del cine.

Incapaz por su mudez de los desmanes orales, Harpo se distinguió por el empleo de los procedimientos mas temibles, pero era juntos, sobre todo, cuando los Marx se convertían en la mas potente y definitiva maquina de demolición que probablemente haya conocido el cine. Sus enemigos en la pantalla parecen creados ex profeso para ser destruidos por ellos.

Esa idea era de importancia vital para sus películas, en las que reina la idea de un mundo sin sanciones ni obligaciones que forzosamente tenia que atraer a todos los espectadores ya que la posibilidad de vivir en una libertad absoluta sin tener que rendir cuentas a nada ni a nadie ha sido desde siempre una de las obsesiones primeras del hombre. Eso explica el éxito de los Marx como su osadía frente a valores hasta entonces tenidos poco menos que por intocables como la ridiculización sistemática del patriotismo, del heroísmo, de los soldados que van a morir en el frente, sin olvidar finalmente la histeria nacional de un país, a la que pusieron música antes de que Hitler declarase la guerra al mundo. SOPA DE GANSO  no solo es la más eficaz y completa expedición de castigo que unos cómicos hayan llevado a cabo en una sola película, sino que además es una prueba contundente de que la libertad puede estar al lado de la anarquía.

La violencia, el espíritu destructor de la comedia no se ejerce únicamente sobre personas o cosas. La incorporación de la palabra al cine dio al cómico un arma nueva para enfrentarse con la realidad circundante, cuyos efectos se han revelado particularmente corrosivos en ocasiones. Con los Hermanos Marx el lenguaje no es siempre el vehículo de expresión de un razonamiento lógico, sino todo lo contrario.

Con Grocho se lleva a cabo un proceso sistemático de pulverización del lenguaje, despojando a las palabras de su contenido semántico para que podamos penetrar más libremente en el universo surrealista al que pertenecen. Cuando en SOPA DE GANSO Groucho pregunta durante el transcurso de la batalla : “¿Hay alguna respuesta a nuestro mensaje?” y al contestarle negativamente dice “ Entonces, no lo envíe “, esta destruyendo el significado convencional de los conceptos en que se basa nuestra lógica, nuestro conocimiento del mundo…la suya es otra lógica.

A través de la demolición sistemática de personas, cosas o palabras, la comedia cinematográfica ofrece siempre un intento de destrucción del mundo, ya sea para hacernos tomar conciencia de sus limitaciones, ya sea para reconstruirlo a su gusto.

En cualquier caso a través de estas comedias aparentemente de evasión, se hacen patentes la inseguridad perpetua del hombre y de la sociedad en que se vive.

Último de los 5 films de los Marx realizados por Paramount. Se basa en un guión original. El productor fue Herman J. Mankiewicz (hermano de Leo). No obtuvo el éxito que se esperaba.
La acción se sitúa en un país imaginario centroeuropeo, Freedonia, vecino de Sylvania. La falta de recursos mueve al Consejo a pedir a la rica viuda Gloria Teasdale (Margaret Dumont) un préstamo de 20 millones de dólares, que ella acepta conceder si se nombra presidente del país a Rufus T. Firefly (Groucho), de quien está enamorada. El malvado Trentino (Louis Calhern), embajador y presidente de Sylvania, planea anexionarse Freedonia. Envía dos espías, Chicolini y Pinky (Chico y Harpo) para obtener información que desprestigie a Firefly y a la bella Vera Marcal (Raquel Torres) para que le seduzca y le prive del favor de Gloria. El humor se basa en la incoherencia de los personajes (nunca se sabe por dónde van a salir), excelentes gags verbales y visuales, la caracterización de los protagonistas, situaciones absurdas y surrealistas. La obra incluye frases ingeniosas: "¿A quién vas a creer, a mi o a tus propios ojos?", "No permitiré injusticias ni juego sucio, pero si se pilla a alguien practicando la corrupción sin que yo reciba una comisión, le pondremos contra la pared y daremos órdenes de disparar", "Si nos encuentran, estamos perdidos". Contiene parodias sorprendentes: la de los musicales de la época y las imitaciones de Paul Revere (héroe norteamericano de la Independencia), Lee, Grant y otros. Son sobresalientes las escenas del juego de sombreros, el puesto de venta de limonada (un crescendo de irritación), el espejo inexistente. Son antológicas la fiesta de bienvenida del presidente (acogido como un mesías salvador), el canto, baile y saltos de los diputados tras la declaración de guerra y la batalla final (evocada en numerosas ocasiones). El humor corrosivo y demoledor de los Marx ridiculiza la figura del tirano, el régimen dictatorial y la guerra.

Benito Mussolini prohibió la película en Italia ya que la consideró como un insulto personal hacia él. Los Hermanos Marx se mostraron muy satisfechos por esto. La cosa es más curiosa si se tiene en cuenta que la película de Charles Chaplin El gran dictador no fue prohibida totalmente, sino que se censuraron las escenas en que aparecían Napoloni (caricatura de Mussolini) y su esposa Rachele. La ciudad de Freedonia de Nueva York, se quejó de las posibles implicaciones negativas que la película podría ocasionar en la ciudad. Los Hermanos Marx, con su estilo habitual replicaron: “Cambien el nombre de su ciudad: Hace daño a nuestra película."

La imagen de Sylvania que aparece al principio de la película, corresponde a la ciudad granadina de Loja. Como homenaje a esto, dicha ciudad le ha dado el nombre de mirador de Sylvania al punto desde donde se tomó la fotografía.

Introduccion al cine de comedia - Eduardo


                                      SUCEDIÓ UNA NOCHE



Bueno este es otro  artículo que acompañó a la proyección de Sucedió una noche en el taller de cine en el que colaboraba. Todos ellos están sacados de distintas fuentes, pero sobre todo de la enciclopedia de cine Salvat... una enciclopedia que comencé a comprar por fascículos cuando tenía 15 años y que me costó cerca de cuatro finalizar. Me ha acompañado desde entonces de casa en casa como un pequeño tesoro  que contribuyó a esa fascinación que siempre he sentido por el cine.


El impulso y la necesidad de reír son algo tan viejo como el hombre. La risa ha asumido un papel fundamental en la vida de los hombres, en sus ceremonias y juegos y el origen de esta se perdería en la noche de los tiempos. Desde los payasos precolombinos hasta las comedias griegas se siguen manteniendo con eficacia los mismos resortes cómicos a lo largo de los siglos. Muchos de los espectadores cuyas carcajadas celebran las incidencias de cualquier comedia no saben que probablemente están celebrando la comedia de las equivocaciones de Shakespeare fuente constante para todos los comediógrafos.

La necesidad que tiene el hombre de reír en las malas épocas para evadirse de sus problemas se mantiene por igual en épocas más benévolas porque la comedia ha significado para el hombre una importante válvula de escape de sus realidades más cotidianas. La comedia es la crítica divertida, despiadada y lucida de personas e instituciones, las cuales de no haber mediado el atenuante de lo cómico nunca hubieran permitido dichas críticas. En este sentido la comedia puede entenderse como el desafío más eficaz y constante que hayan conocido las censuras en el transcurrir de todos los tiempos.

El conflicto con el mundo real es el punto de partida común de todos los comediantes y este conflicto abarca desde nuestra relación con los objetos cotidianos hasta nuestras relaciones más intimas y personales. Los comediantes han sido los mejores cronistas tanto de la presión que la tecnología moderna ejerce sobre la vida cotidiana, nuestro fracaso en un mundo que no esta hecho a nuestra medida, como de las dificultades de nuestras relaciones interpersonales, de nuestros ambientes y de nuestras costumbres.



El cine desde sus inicios se ha beneficiado de una rica tradición de comedia que va desde las formas que pudiéramos llamar cultas del teatro clásico hasta las mas populares del music-hall, las cuales contribuyeron a crear toda una generación de cómicos que hallaron en la pantalla muda el medio ideal de expresarse hasta el punto de crear en unos pocos años un arte de hacer reír nuevo e irrepetible. Fueron los creadores de lo que en el cine cómico se denomina Gag... El gag tiene la cualidad de ser un hecho esencialmente visual, de sorprendernos y divertirnos con un golpe inesperado sin necesidad de palabras. Podríamos definir el Gag como una acción que se desarrolla en un escenario concreto dentro del cual dicha acción llega a un desenlace inesperado.

En los caracteres del gag influye de manera decisiva la personalidad del cómico, la expresión de su especial y personal  relación con el mundo que le rodea. Los cómicos tienen una especial psicología personal a través de la cual nos proponen un universo del cual nace su comicidad específica... De esta época temprana del cine cómico son inolvidables personajes como Chaplin, Buster Keaton, Harold Lloid o Laurel y Hardy.

Todos ellos en unos pocos años supieron crear un arte autónomo y autosuficiente con un refinamiento que rayaba la perfección. Pero ese arte sufrió un golpe mortal con las películas habladas del cual nunca se recupero.



La incorporación de la palabra a las películas significo un nuevo enfoque del enfrentamiento del hombre con el mundo. A la especifica invención visual del gag le sucedió un nuevo sentido de la observación de personajes, de tipos, de ambientes y de costumbres al que la posibilidad del dialogo aproximo mas a una realidad convencional y alejo cada vez mas del surrealismo al que se recurría frecuentemente en el cine mudo.

Así al amparo de una serie de directores cultivados y exigentes entre los cuales destacan Ernst Lubitsch, Howard Hawks, Frank Capra, Leo McCarey, Gregory La Cava y George Cukor, se desarrollo en los años inmediatamente siguientes a la aparición del sonoro un estilo inimitable de comedia sofisticada, brillante, inventiva y que, lo mas importante, no tenia nada que ver con el teatro. Esta etapa de esplendor de la comedia se produce en Estados Unidos con los directores ya citados quienes enriquecieron a la comedia con sus aportaciones personales. Lubitsch le dio a la comedia su inimitable toque hecho de elegancia y vulgaridad apartes iguales y una constante malicia. Hawks imprimió un ritmo endiabladamente rápido y una estructura admirablemente lógica a la comedia. MaCarey aporto un sentido preciso y ajustadísimo del tiempo en cada situación y su mezcla personalísima de comedia-drama también inimitable. La Cava  aporto un tono peculiar no hecho de un toque Lubitsch sino de muchos toques y jugo con gran acierto e inspiración con las situaciones convencionales de sus guiones haciendo de ellas obras personales. Cukor quien daría un inmenso amor hacia los comediantes y un sentido de la dirección de actores no igualado por casi ningún director,  y por ultimo Frank Capra quien aportaría a la comedia una gran energía y una enorme vitalidad y quien ensalzo por vez primera a los actores secundarios.

Las comedia de Frank Capra nos proponen una evasión de la realidad imposible de soñar, héroes que vencen a políticos deshonestos (Juan Nadie), o a banqueros avariciosos (que bello es vivir) con la intervención en esta ultima de un ángel, para convencer al mundo entero que la vida es bella y merece la pena vivirla... El clima del cine de Capra  es el de la nostalgia por un mundo de ilusión más seductor que el mundo real y más seductor que el que nosotros, su público, reencontraremos en nuestra vida cotidiana. Capra es capaz de convencernos de nuestra grandeza como hombres  y de algo tan hermoso como que es bello soñar. Y así lo hace con su primera gran comedia “Sucedió una Noche” de 1934.



"Sucedió una Noche" nos cuenta como Ellen Andrews, hija de un rico magnate americano, cansada de la férrea vigilancia de su padre, decide abandonarle y huir a Nueva York en un autobús nocturno para reunirse con su amado; un piloto de gran renombre en la alta sociedad. El padre de Ellen se opone a esa relación por considerar al piloto "un fatuo y un insustancial", pero para la chica ese romance es la única forma de escapar de la prisión de oro en la que se encuentra. Emprende su huida y su viaje con decisión; el padre, desesperado, ofrece una recompensa a quien la encuentre y moviliza a policías y espías por toda la costa este de Estados Unidos, pero Ellen -acostumbrada a ser perseguida y vigilada por "los detectives de papá"- sortea todos los obstáculos que intentan impedir su fuga…menos uno: Peter Warne, un periodista recién expulsado del periódico en el que trabajaba y que coincide con ella en el autobús de línea nocturno. Él reconoce a la chica por la prensa y hace un pacto con ella: Le ayudará a llegar hasta su amado y, a cambio, él se quedará con la exclusiva de la huída para vendérsela al periódico. Si se niega, llamará a su padre y cobrará la recompensa. Ellen acepta a regañadientes y ambos inician el viaje…viaje que ninguno de ellos sospecha como terminará.

El musical americano - Eduardo Gutiérrez




SOMBRERO DE COPA

La música ha sido fiel compañera del cine incluso cuando este era mudo. Desde las primeras proyecciones cinematográficas en público, existían en las salas de cine pequeñas orquestas o de manera más general, un o una pianista que interpretaba delante de la pantalla melodías dirigidas a reforzar el efecto de las imágenes.
En cualquier caso, la música de cine, no adquiere importancia real hasta que nace el sonido sincronizado con la imagen, es decir, el cine sonoro. De hecho el ritmo de las películas con el cine sonoro, adquiere un timing mas lento y era frecuente que entre plano y plano, entre las réplicas de los diálogos, se produjeran vacíos y baches que había que rellenar y para ello la música fue la panacea. Con la incorporación a las imágenes de la música de fondo, se lograba dar a aquellas sin esfuerzo, un ritmo que el cine mudo no tenía, lo que le faltaba en fluidez al lenguaje sonoro recién nacido se suplía con la música.
Naturalmente, no es una película musical cualquiera que tenga incorporada música, de lo contrario lo serian todas las películas del cine sonoro, y tampoco es un musical necesariamente la película que incorpora a su acción una o varias canciones o escenas de baile. El film musical, es aquel en el que las escenas de canto y baile son fundamentales, y en el que el ritmo musical es esencial para la acción, de tal manera que el espectador tiene la sensación de que llegado a un punto de la acción, los personajes no van a tener mas remedio que ponerse a cantar o a bailar porque la acción esta encaminada a este fin.
Durante mucho tiempo, a pesar de que el primer musical “El cantante de Jazz” era ante todo un tremendo melodrama, el género musical, despreciado como tal genero en si mismo, tenia asociado el calificativo de comedia, o comedia musical, como si solo la comedia pudiese ser tratada en clave musical. Aunque es cierto también que durante mucho tiempo ambos conceptos marcharon emparejados, y si bien había muchas comedias que no eran musicales apenas existían musicales que no fueran comedias.
En la actualidad, parece claro que el genero musical puede abarcar todos los demás géneros, el musical puede ser trágico, patético, épico…como lo demuestran títulos como “A Nacido una Estrella” de George Cukor, película esencialmente trágica no solo porque termine con el suicidio de la protagonista, o “Cabaret” de Bob Fosse, donde al patetismo y la tragedia individual, se une una lucida reflexión política sobre la resistible ascensión del nazismo.
Es un hecho irrebatible que el musical es un genero específicamente americano. Cuando el cine nace y cuando se hace sonoro, Estados Unidos posee una tradición del espectáculo popular que falta en otros países o que de existir es inadaptable al medio cinematográfico. Existe en Alemania el Cabaret, en Francia el Café-Concert o el Tablado español, pero su traslación al cine no es muy viable. La comedia musical americana en cambio sí es asimilable, y se convertirá en patrimonio poco menos que exclusivo de hollywood. En Estados unidos ha existido siempre un sentido del espectáculo que no existió en otros países, quizás debido a la confluencia de emigrantes y culturas de las mas diversos lugares, en cualquier caso, lo cierto es que el espectáculo con música, ya sea music-hall, burlesque, vaudeville o comedia musical, ha tenido en Estados Unidos una trascendencia como en ninguna otra parte del mundo, de tal manera que su cine cuando conoce el sonoro no es de extrañar que se ponga a cantar antes que a hablar. (Cosa esta ultima que con frecuencia seria de agradecer sobre todo hoy en día).

Todos los géneros del musical escénico teatral participaran en este súper genero que es el musical cinematográfico, unos como el burlesque o el vaudeville, perderán a causa de la censura buena parte de su audacia y agresividad, otros como el música-hall, sirviendo en bandeja al nuevo medio del cine sus figuras mas consagradas, sus números ya legendarios, para difundirlos de una manera hasta entonces impensable.
Broadway se convertirá en la cantera de Hollywood, de donde van a salir los nombres ya celebres que darán gloria a los primeros años del cine musical, no solo en la interpretación, sino también en el de la dirección, la coreografía y la música.
En la década de los treinta, el musical americano estará dominado por dos nombres, el de Busby Berkeley en su etapa para la Warner, y el de la pareja formada por Fred Astaire y Ginger Rogers, en sus nueve títulos que interpretaron para la RKO.
Berkeley marcara con su dirección y coreografías extravagantes todo un estilo personal, con una concepción del musical procedente de Broadway, es el primero en otorgar al genero una nueva dimensión y en liberar al genero de ser una mera reproducción de números concebidos para el escenario, trastocando los conceptos de tiempo y espacio mágicamente, de manera que el ritmo que crea no seria posible sobre un escenario ni podría ser concebido por un director de escena.
Sus películas mas memorables son “La calle 42” de Lloyd bacon, “Vampiresas 1933” de Mervin Le Roy o “Desfile de candilejas” también de Lloyd Bacon, “Música y mujeres” de Ray Enright o “El altar de la moda” de William Dieterle con la insólita pareja formada por Bette Davis y William Powell. Además de estos actores fueron también habituales de Berkeley, Dick Powell, Rubby Keeler, Ginger Rogers, o Al Jonson por citar algunos.
En todas estas películas aunque figuren como directores otros nombres, Berkeley es el responsable absoluto de los números musicales, los cuales ofrecen una unidad de estilo muy por encima de los que firmaban la dirección de estos films, los cuales se limitaban a dirigir solo las escenas de comedia, el resto lo filmaba Berkeley con absoluta independencia, haciéndose cargo de todo, desde la posición de la cámara hasta el montaje. Berkeley es el primer gran nombre que determina las características no solo del musical de una época sino del musical como genero.
Al igual que Busby Berkeley, Fred Astaire y Ginger Rogers con sus nueve películas para la RKO, hicieron una aportación decisiva al musical americano. La elegancia de Astaire contrastaba con la vulgaridad de Rogers, consiguiendo una química especial, un contraste del que surgía por magia de la danza una especial armonía.
Los films de Astaire y Rogers fueron además de excelentes musicales, esplendidas comedias, gracias a sus cualidades de interpretación y el talento de los realizadores puestos a su servicio, de entre los cuales destaca Mark Sandrich a quien se deben cinco títulos fundamentales : “La alegre divorciada”, “Sombrero de copa”, “Sigamos la flota”, “Ritmo loco” y “Amanda, la paciente peligrosa”. Y George Stevens a quien se debe la maravillosa “En alas de la danza”.
Los films de Astaire-Rogers han resistido el paso del tiempo porque en ellos había algo más que bellos números de bailes. Sus películas eran de una absoluta modernidad en cuanto a la fluidez con la que las escenas de danza, o las canciones se integraban en el contexto general. Todo formaba una perfecta unidad, las escenas de comedia y las escenas de danza eran algo mas que simples números y ambas tenían sentido en su relación mutua, marcando un especial ritmo común de una particular viveza.