AMPARO FERNANDEZ

UNIÓN

3 comentarios:

Vicent Llémena i Jambet dijo...

El juego de sombras que me gustaría que hubiera surgido por el insonsciente, resultaría de lo más interesante, en el que el discurso del amo toma al histérico, la figura femenina queda "tomada" por la del varón. És el juego del amor o quitemos la palabra juego, que no dice mucho, es la vida y la muerte, el ying y el yang, lo masculino y lo femenino siempre en eterno equilibrio de contrarios, y en el fondo el amor, y si queremos también el poder, el cuarto elemento del nudo gordiano tan lacaniano.

Eduardo dijo...

En esa fusion parece que hay algo de invasion... una tinta negra se extiende sobre ese blanco y parece que va a aniquilarlo. Y es que la union puede tener ese riesgo donde uno puede acabar desapareciendo en el otro, en los deseos del otro...Somos noche y dia..luz y sombra y en la separatividad entre ambas tambien Aurora que es donde quizas podemos permanecer en nuestra soledad mas nuestra, en ese lugar imposible de invadir donde realmente "Somos" y desde donde otorgamos la luz y la sombra como un sacrificio de una sobre otra.

Vicent Llémena i Jambet dijo...

El sacrificio de la luz sobre la sombra o viceversa ha de ser un sacrificio inconsciente, ya sé que los filósofos se han basado en la jerarquía, que existe de uno sobre otro o viceversa, pero este sacrificio ha de ser vivido como un acto de fe, un acto de "¿felicidad?", otra vez el lenguaje es incompleto, y no encuentro palabra para definir esta inconsciencia de la posición de víctima y verdugo, amo y esclavo vivida desde la inconsciencia, quizá el amor donde ambos aparecen como un semblante, es decir, como espejismo que vemos pero que en realidad es sólo eso, un espejismo. Cuando no vivimos el deseo o el amor o hay una relación fuera de él o en un momento en que no lo vivimos momentáneamente, caso de una relación de trabajo alienante por ejemplo vemos esta realidad, que se da también en el amor pero de una forma especular, falsa.